domingo, 13 de noviembre de 2011

cuarto oscuro.


siempre tuve miedo a la oscuridad y nunca lo oculte, me aterraba no saber que había ahí afuera, le tenía miedo a lo extraño, aunque simplemente este sola en mi habitación o en un campo enorme.
pero cuando de repente miras más allá del plano negro, más allá de donde crees no hay nada y no te da miedo. la piel se te pone de gallina y una lagrimita corre por ahí.
dejas la mirada firme, firme hacia el fin y no hay nada. nada que te pueda parar. vos y tus convicciones, la música en tus oídos. cada cosa en su lugar.
queres volver a 15 años atras cuando jugabas al cuarto oscuro, para por primera vez disfrutar de verdad. tocarle la carita a él que te ayudaba mientras todos se reian. con el que hiciste ese trato, "yo te enseño a bailar y vos me das un beso".
infantes terribles.