jueves, 8 de marzo de 2012

reiki.

subí por las escaleras, entré y me senté en un sillón. había olor a incienso y sahumerios en el ambiente y los cristales reflejaban las pequeñas lucesitas que decoraban la pared.
de repente alguien apagó la luz y su voz me suplicó "cerra los ojos, Flor".
con un poco de miedo los cerré.

sentía como el viento se cortaba alrededor de mi figura, podía descifrar cada movimiento.
alguien se expandía y contraía a mis espaldas... ella me rodeaba, ella cantaba.
creo que aún hoy podría reproducir su melodía a la perfección.
nunca había sentido los pulmones tan infinitos. cada respiración se era más y más lenta. estaba repleta de un cielo estrellado y oscuro, como esas largas noches en el campo...
"no tengas miedo de estar sola, no tengas miedo, todavía queda mucho más" me susurró, luego prendió la luz y dijo que podía irme.

bajé las escaleras lo más rápido que pude, hablaba sola: "no tengo miedo a la soledad, no necesito nada más".

llegue hasta la esquina y me puse los auriculares, "how can you be sure" sonó.
entré al auto conteniendo la respiración, llore un poco y otro poco grité cosas sin sentido.
no podía creer lo que había pasado. no podía creer esa calumnia que me había dicho. maldije esa voz, la trate de mentirosa; "no tendría que haber ido a ese lugar de cuarta".

no pude dormir esa noche, me levanté muy temprano.
miré a mi alrededor y sólo estaban mis cuadros. para ese momento ya era inútil negarlo.
estaba sola... no había forma de cambiarlo.

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